Taller de Color

Thursday, June 08, 2006

Teoría del Color 5ta Parte: De la Luz al Pigmento / Pigmentos y Tintes / Reseña Histórica

De la Luz al Pigmento.

Para señalar las mezclas pigmentarias entre colores de diferente matiz y valor, podemos utilizar el concepto de “Dimensión Tonal”. Tenemos que, agregando blanco se aumenta el valor, agregando negro se baja el valor y al agregar un pigmento de otro valor se modifica el valor en relación a ambos. Por ejemplo, si procedo a mezclar azul de prusia que es de un valor bajo con amarillo de cadmio de valor alto lograré un verde de “Valor Medio”, al agregarle blanco voy subiendo su valor y desaturándolo, si por el contrario lo hiciera con negro lograría lo inverso en valor y lo mismo en saturación. Todo este proceso de obtención de colores pigmentarios tiene su origen en el ámbito de la química.

Los aspectos químicos del color, tienen que ver con los procesos de la materia que al mezclarse es capaz de modificar el aspecto cromático de los objetos. Tenemos dos tipos:

Pigmentos y Tintes.

Pueden ser orgánicos o inorgánicos. Pueden ser de origen vegetal, animal, mineral o sintético.

Los Pigmentos pueden ser minerales o sintéticos y los tintes pueden ser de origen animal, vegetal o sintético. Las partículas que conforman ambas categorías son las que hacen la gran diferencia entre una y otra, ya que mientras las de los pigmentos son grandes e insolventes, las de los tintes tienen la particularidad de disolverse y ser pequeñas.

Las pinturas que utilizamos a diario para hacer nuestro trabajo, se encuentran compuestas de Pigmento y Aglutinante, el que actúa como vehículo. Estos aglutinantes pueden ser cera, aceite o agua, pueden ser en base a polímeros o pueden ser sintéticos. El aglutinante tiene la característica de que se seca o solidifica y se evapora, al realizarse este proceso el pigmento debe quedar adherido a la superficie en que ha sido aplicado. La fijación del pigmento a la superficie en que ha sido aplicado dependerá de la relación química que exista entre el pigmento, el vehículo y la superficie en que se aplica. De estos factores dependen todos los tipos de pinturas que conocemos, desde las manchas en los muros de Altamira o Lascaux (óxido e hidróxido de hierro, que en el fondo son tierras rojas y ocres), hasta las pinturas sintéticas de tecnología espacial que hoy conocemos.

Así pues, el mundo que nos rodea está lleno de color, sin embargo recrear esos colores para usos inmersos dentro de la cultura humana, no es una tarea fácil. Sobre todo en aquellos casos en que los colores son considerados exóticos, y cuya utilización es asociada a poder político, religioso o económico. Los artistas del barroco utilizaban pigmentos escarlatas, añiles y púrpuras traídos del oriente y cuyo costo era altísimo. A través de la historia, la demanda de colores exóticos, que por sus características simbólicas se hacían fundamentales en el desarrollo de las relaciones sociales, provocaron importantes desarrollos tecnológicos y comerciales, llegando durante la edad media a sintetizarse los primeros colores artificiales, la técnica mas recurrente era obtener los colores a partir de tratamientos químicos de algunos metales y minerales. Fue durante esta época que se comenzaron a escribir los primeros tratados acerca de la utilización de los pigmentos en las técnicas de la época, entre ellas el temple al huevo. Durante el renacimiento, se impuso la utilización del óleo, compuesto de pigmento aceite de linaza y cera virgen, lo que modificó el comportamiento de los colores al modificarse el aglutinante, por lo tanto nuevos pigmentos fueron desarrollados para compensar el cambio, también se impuso la terminación brillante de las pinturas a través del barnizado. Hasta entonces, la cantidad de materiales desarrollados arrojaba como resultado una paleta de colores luminosa y versátil de tonalidades, en donde se podían distinguir con claridad dos escuelas: la veneciana (luminosa, liderada por Tiziano) y la florentina (mas oscura, liderada por Leonardo).


Al llegar al siglo XVII se fueron desarrollando colores mas oscuros, paletas mas sombrías que llegaron a su cúspide con Rembrandt y se mantuvieron hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando la paleta se vuelve a encender con la irrupción del Impresionismo y los nuevos colores desarrollados por los químicos franceses que se basaban en los descubrimientos científicos relacionados a la teoría de los colores de la época. A partir de la primera mitad del siglo XX se comenzaron a conocer los primeros desarrollos en base a polímeros, esto gracias a la influencia e investigación de los muralistas mexicanos como Siqueiros, Orozco y Rivera, lo que sentó las bases de lo que hoy conocemos como acrílico, en el cual una base de resina acrílica o de acetato de polivinilo sirve de aglutinante para el pigmento. Así fue como este desarrollo tecnológico llevó a que una cosa tan escasa y valorada en la antigüedad, se convirtiera para nosotros en algo tan cotidiano.